Evidentemente hoy me pegó el entusiasmo y tengo mucho para liberar por que no puedo parar de escribir... (y estoy segura que no tengo mucho para decir.. simplemente las ganas de decir cosas!)
Quiero dejar en claro un primer punto: no es que me paso el día deprimida o angustiada.
Todo lo contrario: vivo a diez mil por hora y en general el mundo me va a encontrar entusiasta, divertida y con buen humor. Mil millones de actividades, una agenda que domina mis minutos y una lista interminable de cosas que me gustaría hacer. (Siendo sincera nunca va a estar reducida a una única lista básicamente porque tengo problemas con la unidad y con las listas...tengo mucho de todo y a su vez hago muchas listas, pero esa es otra historia y hoy no viene al caso). El gran problema de mi vida no pasa por estar con melancolía extrema o el corazón con agujeritos. No, definitivamente no. Soy alegre y divertida. Soy pilas. Soy buen humor.
...Hasta que colapso.
y ahí es cuando aparece el drama.
Porque son esporádicos ataques de locura los que me complican la existencia. Son esos momentos en donde toda la estructura empieza a tambalearse y se siente como que alguien finalmente sacó la última pieza de la torre y todas las maderitas del YENGA se colapsan. Esa es una buena palabra: colapso.
Son en esos momentos en los que la figura del príncipe azul aparece más brillante que nunca. En plena neurosis es cuando grito y pataleo por un novio. Un novio que no llega y no hay señales de que este cerca. Ni novio, ni príncipe ni caballo galopando. ¡Malditos cuentos de infancia que hacían que creyéramos en tamaña huevada!
Segundo, como para dejar en claro lo fundamental, no soy una tipa que este sola. Me refiero a que estoy rodeada de gente que me quiere. Familia y amigos al por mayor. Y la verdad es que soy sociable, muy sociable! Me resulta fácil pegar buena onda con hombres y mujeres... de hecho, las mamás y las abuelas en general me adoran. Soy muy fácil para la convivencia y me ocupo de que la gente este cómoda cuando esta conmigo así que por suerte, no tengo muchos momentos de soledad. Y si me meto en el tema hombres tampoco puedo decir que estoy todo el tiempo sola. Salientes que entran y salen de mi vida y alguna historia de noche de boliche que hace q una se vaya a dormir con el ego por las nubes. Sola, solisima no estoy.
Lo que pasa es que la histeria mete la cola en recovecos insospechados y justamente mi gran dilema va a ser querer siempre lo que no tengo. Desear lo prohibido. Pretender lo que no se puede. Querer al que no te quiere. y ¡zaz! aparece la angustia sin llamarla...!
Tercero (y último): Soy super intensa. Vivo mi vida como si fuera una gran película. Drama, romance, conflicto, acción. Cualquier genero me viene bien para estar interpretando un libreto inquietante, acelerado y penetrante. Lo que para cualquier ser humano común y corriente es una anécdota más para mi se convierte en una bisagra fundamental en la historia de la salvación. Lloro, me conmuevo, me consumo con mis historias. No importa que sean cuestiones fugaces de medio minuto (una noche? dos salidas? tres semanas? un mes?) para mi se convierten en dilemas trascendentales y sin solución posible. Invaden mi cabeza, mi cuerpo, mis emociones. Es casi.. obsesivo. Puede pasar que desde la ventana de enfrente no se entienda tanto drama pero les juro que cada célula de mi cuerpo siente las historias con la intensidad con la que las voy a contar.
En una de esas va a parecer ridículo tanto firulete y más de uno va a desear borrar tanta descripción barroca de un plumazo pero me brota desde adentro tanta...energía.
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